UN EXORCISTA A LA DERECHA POR FAVOR

¿Cuántas veces al año, al mes, a la semana o al día se sorprenden repitiendo frases que alguna vez sonaron en la boca de sus padres? Ultimamente me está pasando muy seguido y me estoy empezando a asustar.

Hoy me encontré en una situación de esas y me corrió un escalofrío.

Cuenta la leyenda, o mi madre, que a esta altura es lo mismo (quienes conocen a Norma van a saber comprender), que una vez me corrió diez vueltas alrededor de una mesa agitando una ojota para que tomara un remedio.

Esta madrugada estaba yo con una jeringa con 5 ml de antitérmico en la mano derecha, con la mano izquierda tratando de abrir la boca del pequeño demonio, mientras emitía todo tipo de amenazas a un infante de un año y medio, que apenas comprende y que encima se siente mal porque tiene casi 40º de fiebre y no pude más que empezar a reír.

Lo mismo me pasa cuando no quiere probar bocado y yo le suelto una frase del tipo: "Santino comé, no ves que hay chicos que no tienen para comer??" ¿Me quieren explicar que carajo le importa a Santino la desnutrición infantil o la inequidad socio-económica en América latina?

El solo quiere que desaparezca ese horrible plato de ravioles (en el mejor de los casos) y que aparezca el Serenito, que a parte puede comer solo.

Y sé que se va a poner peor. Mi madre, al día de hoy, me llama todos los días y me pregunta por ejemplo: "¿Qué comiste hoy? ¿Dormiste bien?" o me dice: "si salis, llevá paraguas porque dice el noticiero que va a llover".

Así es que gente...parece que la hinchapelotez no prescribe, es más, se transmite genéticamente.